AL TERCER DIA RESUCITARÉ? La Cruz del Sur.
La figura 12 es un mapa del hemisferio sur celeste, y en él puedes ver que efectivamente existe una constelación con el nombre de la Cruz del Sur (que te la he rodeado con una línea negra), a una altura tal que es totalmente imposible verla desde latitudes de Mesopotamia (lugares de inicio de la astrología). Para que se empiecen a ver sólo las estrellas de más al norte de esa constelación (y muy pegadas al horizonte sur de nuestra posición) hay que irse a latitudes de Sudán (ni siquiera Egipto, la otra cuna de la ASTROLOGIA).
Para el 22 de diciembre, el solsticio de invierno, en el momento de la culminación superior del Sol (momento al que se refiere el documental) éste se encuentra en la posición que te indico en rojo en la imagen, y como ves no se encuentra ni por asomo cerca de la Cruz del Sur. ¡Vaya condoro que se tiran aquí! (posición del Sol calculada a las 12.00 del 22-12-2007 en Jerusalén).
Para el 22 de diciembre, el solsticio de invierno, en el momento de la culminación superior del Sol (momento al que se refiere el documental) éste se encuentra en la posición que te indico en rojo en la imagen, y como ves no se encuentra ni por asomo cerca de la Cruz del Sur. ¡Vaya condoro que se tiran aquí! (posición del Sol calculada a las 12.00 del 22-12-2007 en Jerusalén).
Figura 12.
Figura 13.
La pregunta es entonces: ¿existe alguna otra constelación que pueda hacer de cruz y se encuentre cerca del Sol para el momento indicado? Sólo se me ocurren dos posibilidades, y las puedes ver en la figura 13 (mapa del cielo el 22-12-2007 a las 12.00 en Jerusalén): una es la constelación del Águila (en la figura 13 se le llama Aquila), que se la podría tomar como una cruz y se coloca más o menos donde dice el documental. Sin embargo a mí me convence más la constelación del Cisne (Cygnus) que, si bien está más alejada del Sol, las tradiciones populares le han dado nombres que la asocian más con la cruz: mucha gente la llama la Cruz del Norte, y en Murcia se la conoce como la Cruz de Caravaca.
Pero de todos modos hay algo que da que pensar, ¿cómo pueden darle tanta importancia a una constelación que en esa fecha y a esa hora no se puede ver porque es de día?
Porque mienten.
Aquí voy a completar yo un poco el trabajo de Terrio, ya que de este tema de la Cruz del Sur ya hemos hablado más de una y de dos veces en los comentarios.
1. La constelación de la Cruz del Sur no se ve desde el hemisferio norte en la actualidad. Por eso se llama “del sur”… del hemisferio sur.
2. Las estrellas que conforman esa constelación se dejaron de ver en la zona que nos afecta (Oriente Medio) alrededor del 400 d.C., es decir, que sí se veía en los primeros tiempos de los cristianos, aunque no muy bien para aquel entonces: sólo algunas estrellas (las estrellas que conforman la Cruz del Sur se fueron volviendo progresivamenteinvisibles desde el 1000 a.C. hasta desaparecer en torno al 400 d.C.).
3. Pero esa constelación como tal y con ese nombre, no existió hasta el siglo XVI.
4. Vamos a explicarnos. Las cinco estrellas que en la actualidad conforman la constelación de la Cruz del Sur no se conocieron con ese nombre hasta el siglo XVI, cuando los exploradores de la Era de los Descubrimientos pasaron del Ecuador y se encontraron con un cielo lleno de estrellas desconocidas para ellos.
5. ¿Y qué era lo que veían los antiguos en esas cinco estrellas que desaparecieron de sus cielos en torno al siglo V d.C.?
No la veían como una constelación independiente.
La veían como parte de la constelación de Centauro. Más concretamente, la veían como una de las “patas” de la constelación del Centauro.
6. Repetimos.
Desde tiempos históricos hasta el siglo V d.C., a esas estrellas se las conocía como parte del “Centauro”.
Dejaron de verse totalmente desde el siglo V d.C. hasta el siglo XVI.
A partir del siglo XVI, volvieron a ser visibles para aquellos que viajaban al hemisferio sur.
7. Si bien se empezaron a ver de nuevo en el siglo XVI, se les dio en un principio el nombre de “Asterisco del Sur”.El nombre de “Cruz del Sur” se le empezó a dar a partir del siglo XVII, y fue el que se popularizó entre los navegantes y cartógrafos.
8. Se le dio el nombre de “asterisco” al principio porque tiene cinco estrellas principales (Acrux, Becrux, Gacrux, delta Cru, epsilon Cru), no cuatro como las dibujan en Zeitgeist.
9. Esas cinco estrellas no tienen forma exacta de cruz, sino romboidal o de cometa. Se la llama así por tradición. Una tradición muy posterior a los inicios del cristianismo.
10. Antes de que me salgan por la tangente, aviso y repito: esa constelación no existió en el mundo antiguo, que sepamos. No sabemos qué veían los egipcios en esas estrellas, sabemos lo que veían griegos, romanos, y habitantes helenizados de Oriente Medio.
Es más, la inmensa mayoría de los pueblos veían ahí otras cosas muy diferentes a una cruz:
Los hindúes veían al dios Trishanku.
Los maoríes, un ancla.
Los polinesios, un pato volando.
Los tuaregs, un árbol.
Los malayos, una manta-raya.
Los aborígenes australianos, la pata de un águila.
Los griegos, la pata de un centauro.
Los incas, un símbolo heráldico.
Los hindúes veían al dios Trishanku.
Los maoríes, un ancla.
Los polinesios, un pato volando.
Los tuaregs, un árbol.
Los malayos, una manta-raya.
Los aborígenes australianos, la pata de un águila.
Los griegos, la pata de un centauro.
Los incas, un símbolo heráldico.
11. Resumiendo: es imposible que los cristianos ni los judíos basaran la creación del mito de Jesús en una constelación… que no existió ni fue definida como “Cruz” hasta el siglo XVII.
12. Astronómicamente hablando, es imposible que suceda lo que dice Zeitgeist sobre la cruz del Sur, como muy bien dice Terrio. Ni el Sol “tapa” la Cruz del Sur el 25 de Diciembre, ni “reside” en sus inmediaciones durante tres días… ni por asomo. Está lejísimos de ahí.
13. Si la Cruz del Sur estuviera así situada (si el Sol “pasara” sobre la Cruz del Sur), la Cruz debería ser uno más de los símbolos del zodíaco. Pues eso es lo que define el que una constelación pertenezca o no al zodíaco: que el sol “pase” por encima en su recorrido elípitico, visto desde la Tierra (con permiso de Cetus y Ofiuco, que están en la eclíptica pero no son parte del zodíaco, lo que demuestra lo mal hechos que están el zodíaco y Zeitgeist).
14. Zeitgeist miente total y absolutamente.
· 18.47 a 19.07. El equinoccio
El traslado de la muerte en la cruz a esas fechas era algo obvio por varias razones:
1) -Los judíos ya celebraban una pascua en el equinoccio en la que conmemoraban la salida del pueblo de Israel de Egipto liderados por Moisés, que según la tradición era por esas fechas, y de algún modo había que cristianizar ese ritual.
2) -En segundo lugar si el sol triunfa sobre la cruz trayendo de nuevo la vida, sería un contrasentido celebrarlo en unas fechas (fin de año) que preceden a un frío invierno y una época de gran escasez como es el invierno (y que se simboliza en el cristianismo con el ayuno y la Abstinencia de la cuaresma).
Parecía más lógico celebrarlo en el momento en que de verdad la naturaleza escenifica el renacimiento de la vida: el equinoccio de primavera en el norte (otoño en el sur). Y esta fecha es un segundo comienzo de año: si te fijas el horóscopo siempre empieza con el signo de Aries, el signo que empieza el 21 de marzo, el día del equinoccio.
Lo hacen así en Zeitgeist porque intentan forzar la importancia del 25 de Diciembre, que no es ni remotamente comparable a la del equinoccio de primavera, como bien dices. Muy pocas religiones del mundo antiguo celebraba ningún nacimiento en uno de los días más fríos, tristes y cortos del año (el mistraísmo, principalmente, del cual adoptó el cristianismo la fecha de nacimiento de su profeta… pero tengamos en cuenta que en ninguna parte de la Biblia se dice cuándo nació Jesús). En el mismo pseudodocumental reconocen que la verdadera celebración cristiana (y de infinidad de religiones) es en el equinoccio de Primavera (celebración de la llegada de la Primavera y de la vida). Y, curiosamente, los cristianos celebran ahí la muerte de Jesús. Es un contrasentido uno detrás de otro.
Ya las civilizaciones mesopotámicas celebraban el principio de esta nueva vida regalándose huevos unos a otros, y los cristianos vieron una nueva abundancia de alimentos con el fin del ayuno. Antaño el ayuno restringía más que ahora, a más alimentos y durante más tiempo, y había mucha gente que deseaba que llegara el domingo de Resurrección (o de pascua) para poder comer con muchas ganas unos huevos: los “huevos de pascua” que con el tiempo han pasado a ser de chocolate.
Pero volvamos a las fechas, el cristianismo ha adoptado esta fecha como centro de todas sus celebraciones y a partir de ellas se sacan todas las fechas “móviles” del cristianismo: el domingo de Resurrección es el primer domingo después de la primera luna llena de primavera, el de Ramos es el domingo anterior, el miércoles de Ceniza es 40 días antes del domingo de Ramos (y ese miércoles es el entierro de la sardina que marca el fin del carnaval), los 40 días que hay entre el miércoles de ceniza y el domingo de Ramos es la Cuaresma. Por otro lado, 40 días después del domingo de Resurrección es la Ascensión (jueves), 10 días después es el domingo de Pentecostés (y se celebra la romería del Rocío). El periodo entre Resurrección y Pentecostés es el tiempo Pascual, el domingo siguiente al de Pentecostés es el domingo de la Trinidad, y el jueves siguiente a la Trinidad es el Corpus Christi.
Todavía más en este punto, si en las fechas de Navidad (nacimiento) hay una alusión a la muerte con esa cruz referida en el punto anterior, en las fechas del equinoccio, con la muerte de Jesús, hay una alusión al nacimiento: faltan 9 meses para Navidad… En el Monasterio de San Juan de Ortega (Burgos, en pleno camino de Santiago) ocurre un fenómeno llamado “el milagro de la luz”: cada equinoccio un rayo del Sol entra por una ventana e ilumina un capitel que escenifica todo el nacimiento de Jesús, y ese monasterio tiene fama de fertilidad al que han acudido varias mujeres de la realeza donando grandes sumas y haciendo rogativas para tener hijos (Isabel la Católica, por ejemplo).
Muy interesante esa anécdota, ya hablaremos más detenidamente de ella.
Astronómicamente el momento del equinoccio marca un punto importante para la Tierra, puesto que en ese momento se cortan el ecuador celeste y la eclíptica. Llevado ese punto de corte a la bóveda celeste tenemos el denominado “Punto Aries” ya que en ese momento entramos en Aries según el horóscopo y la posición de las constelaciones en la época mesopotámica. El Punto Aries es el origen de las coordenadas en la bóveda celeste: 0 horas, 0 minutos y 0 segundos de ascensión recta (equivalente a la longitud) y 0 grados de declinación (equivalente a la latitud). Del mismo modo el corte de la eclíptica con el ecuador celeste en el otro equinoccio (el del 23 de septiembre) nos da el “Punto Libra”, la máxima separación de la eclíptica al norte del ecuador celeste ocurre en el solsticio de verano (21 de junio) y marca el “Punto Cáncer”, que al girar por todo el planeta dibuja el “Trópico de Cáncer”. Y la máxima separación de la eclíptica al sur del ecuador celeste ocurre en el solsticio de invierno (22 de diciembre) y marca el “Punto Capricornio”, que del mismo modo delimita el “Trópico de Capricornio”. Estos son otros cuatro puntos que la Iglesia los ha querido marcar con festividades de cierta importancia: san José (19 de marzo), san Juan (24 de junio), los arcángeles san Miguel, san Gabriel y san Rafael (29 de septiembre) y Navidad (25 de diciembre).
Y ya está bien con esta parte del documental, que no es poco.
19.07 a 19.32. El número 12
La numerología es una pseudociencia tan antigua como la humanidad, y cada uno ha interpretado cada número como le ha venido en gana (véase la superstición con el número 13).
Esa interpretación de los 12 apóstoles con las 12 constelaciones del zodiaco es, por lo que yo conozco, una de las más aceptadas y, por tanto, no podía faltar.
Sí que quiero matizar un detalle: José no tenía 12 hermanos, sino 11.
Sí, no están muy puestos en matemáticas en Zeitgeist, como ya ha señalado mi marido en sus artículos sobre Economía.
Él era uno de los doce hijos de Jacob. Según la Biblia Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob y Jacob a Judá y sus hermanos (Mateo, I, 2). Judá y sus hermanos son los doce que te menciono (Génesis, XXXV. 23-26): Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, Neftalí, Gad, Aser, José y Benjamín. Sé que Rubén es el mayor y Benjamín el menor (por eso se habla hoy en día del “benjamín de la familia”), pero por medio no te puedo decir el orden.
Según la Biblia (Génesis, XXXV. 10) Dios cambió el nombre a Jacob, y le puso Israel (está claro que representa a todo un pueblo), y cada uno de los doce hijos son los fundadores de cada una de las doce tribus de Israel, así de Judá salieron los judíos.
Y siguiendo la descendencia de Judá (Mateo, I.1-16) se llega a Jesús.
Resumiendo: así es, los apóstoles son doce no por los signos del zodíaco (que son, astronómicamente hablando, catorce) ni por los doce meses del año, como he leído por ahí.
Eso es una tontería como la copa de un pino: fueron doce por los doce fundadores de las tribus de Israel. ¿Para qué narices iban a recurrir judíos y primeros cristianos a un parecido astrológico teniendo antecedentes en su propia cultura, muchísimo más relevantes para ellos?
20.48 a 24.58. La precesión y las eras
La precesión es el tercer movimiento de nuestro planeta, en el cual el eje de la Tierra da vueltas igual que el de una peonza, te puedes imaginar que ese giro que hace el eje de rotación provoca que el Punto Aries se vaya moviendo con el tiempo a través de las constelaciones, y la posición del punto Aries es la que sirve de referencia para marcar las eras a las que se refiere el documental.
Una vuelta completa del eje de rotación de la Tierra dura aproximadamente 26.000 años. Suponiendo que el Punto Aries se pasa el mismo tiempo en cada una de las doce constelaciones (lo que es mucho suponer, porque no se tira el mismo tiempo en las doce, y además no son doce constelaciones, sino catorce) obtenemos que el Punto Aries se pasa unos 2.167 años en cada una de las constelaciones, valor muy cercano a los 2.150 que el documental le da a las eras.
En referencia a la alusión de que la Biblia avisa de la era de Acuario en Lucas, XXII. 10, he de decir que es cierto que ese versículo hace esa referencia, y si se toma de un modo aislado puede parecer lo que dice. El documental dice que Jesús contesta eso a la pregunta de los discípulos sobre dónde estará en la próxima Pascua después de irse, perotomada toda la escena (Lucas, XXII. 7-13) y no sólo un versículo determinado (el 10) se ve que Jesús manda a Pedro y a Juan a preparar lo necesario para celebrar la Pascua.
A eso lo llamo yo una “sacada” de contexto.
Esa celebración es la última cena, como puedes comprobar en los versículos siguientes. Por tanto no ocurre respondiendo a una pregunta de sus discípulos, y la celebración no será después de irse, sino antes. De todos modos es una alusión a su final, que es lo que pretende el documental.
No hay más que decir.
26.54 a 27.33. Historia de Noé
Yo tengo mi propia versión del diluvio: las grandes civilizaciones de la antigüedad se establecieron en torno a garndes ríos: la china (el río Amarillo), la hindú (ríos Indo y Ganges), Mesopotamia (Tigris y Eúfrates) Egipto (Nilo). Estos ríos tienen una época del año en la que crecen en demasía debido a deshielos (Tigris) o periodos de grandes lluvias (monzones). No resulta difícil, pues encontrar una referencia mitológica o supersticiosa a esas épocas.
Figura 14.
Respecto a las crecidas del Nilo hay mucho que contar: los egipcios se dieron cuenta que poco antes de las crecidas del Nilo el Sol salía por el Este al mismo tiempo que la estrella Sirio (una vieja amiga en este texto) La figura 14 es el mapa del cielo en Assuán (Egipto) el 21-7-2007 a las 6 horas 19 minutos. Aplicando la precesión podemos concluir que en la época del antiguo Egipto ocurría por agosto. Cuando Sirio y el Sol salían a la vez avisaban a la gente de que venían las inundaciones del Nilo.
Tras las inundaciones el problema era reconocer el terreno que pertenecía a cada uno, y se vieron obligados a encontrar un modo de medir la tierra, de esas medidas de la tierra deriva toda una ciencia: la geometría.
La historia de Noé está en la Biblia en el Génesis. Desde el capítulo V versículo 28 hasta el final del capítulo IX.
No es sólo tu versión del diluvio. Es la versión de todos los teólogos y estudiosos con dos dedos de frente. Diluvios e inundaciones salen con frecuencia en los mitos de las principales civilizaciones humanas porque como muy bien señalas, todas ellas estaban cerca de una fuente de agua importante ya que hacía falta para poder crear una gran masa de alimentos con la que poder alimentar a una gran cantidad de gente. Es por eso que las primeras grandes civilizaciones de la antigüedad se hallan cerca de grandes ríos, y sus mitos estén llenos de referencias a inundaciones y sequías.
De todas formas, insisto en lo que dije en los primeros artículos: la historia del Diluvio y de Noé está prácticamente calcada de la de Gilgamesh (antigua Mesopotamia) por influencia cultural más que demostrada. Hay quien cree que el mito pasó de Mesopotamia a Israel a través de Abraham (fundador del judaísmo), el cual era nativo de Ur, en Mesopotamia… o a través de los sacerdotes judíos que regresaron del cautiverio de Babilonia (primera diáspora), y que podrían haber aprendido esa historia de primera mano.
Y ahora, le voy a dirigir unas preguntas específicas a Terrio:
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I) ¿Es cierto que el sol parece detenerse en su movimiento hacia el sur, y a partir del día del solsticio (si es que el solsticio se celebra/dura un día), se mueve un grado hacia el norte?
Me acuerdo ahora de esa escena del antiguo testamento (no estoy seguro pero creo que era con el rey David) en la que “detuvo el sol durante tres días.” Pongámonos a observar el Sol al mediodía, justo cuando está más alto en el cielo (aquí en España esto ocurre a las 13.00 horas en horario de invierno y a las 14.00 horas en horario de verano): es cuando el Sol se sitúa en el meridiano que viene exactamente del norte, pasa por nuestro cénit y se dirige exactamente hasta el sur. El día del solsticio de verano el Sol se sitúa en esa línea lo más alto posible que puede estar. A medida que va pasando el verano y luego el otoño poco a poco cada día al situarse en esa línea está más al sur hasta que llega el solsticio de invierno donde detiene ese descenso hacia el sur y comienza a volver hacia el norte durante el invierno y primavera hasta el solsticio de verano en que detiene su viaje al norte para volver a iniciar el recorrido hacia el sur, y así sucesivamente. Esto es debido a la inclinación de nuestro eje de rotación respecto a la eclíptica.
Me he preocupado de hacer cálculos de coordenadas para medir la altura del Sol desde el horizonte en esas fechas. Me he basado en un lugar (escogido al azar) de latitud 40°30̒ norte y de longitud 0° (Meridiano de Greenwich. El pueblo más cercano a esas coordenadas es Morella, provincia de Castellón), y el solsticio de invierno en el que me he basado es el último hasta ahora, el de 2008. Dado que la inclinación del eje de rotación de la Tierra apenas ha variado desde que existe la humanidad se pueden extender los resultados obtenidos a cualquier año sin problemas. Para tener margen suficiente en vez de tomar desde tres días antes a tres días después del solsticio he ampliado esa horquilla a una semana antes y después, es decir, desde el 15 al 29 de diciembre. Estos han sido los resultados:
15-12-2008 Sol a una altura de 26˚14́́́́̒24˝
16-12-2008 Sol a una altura de 26˚11̒24˝
17-12-2008 Sol a una altura de 26˚09̒36˝
18-12-2008 Sol a una altura de 26˚07̒48˝
19-12-2008 Sol a una altura de 26˚06̒36˝
20-12-2008 Sol a una altura de 26˚06̒00˝
21-12-2008 Sol a una altura de 26˚06̒00˝
22-12-2008 Sol a una altura de 26˚06̒00˝
23-12-2008 Sol a una altura de 26˚06̒36˝
24-12-2008 Sol a una altura de 26˚07̒48˝
25-12-2008 Sol a una altura de 26˚09̒36˝
26-12-2008 Sol a una altura de 26˚11̒24˝
27-12-2008 Sol a una altura de 26˚14̒24˝
28-12-2008 Sol a una altura de 26˚17̒24˝
29-12-2008 Sol a una altura de 26˚21̒00˝
Las cifras van con poca aproximación para un nivel universitario, pero admisible para un nivel de secundaria. El día del solsticio el sol se levanta 26 grados y 6 minutos sobre el horizonte, y para observar el escaso movimiento que tiene alrededor de esas fechas debería usar más precisión. Para el día de Navidad la altura del sol es 26 grados 9 minutos y 36 segundos, es decir sólo 3 minutos de arco y medio más que en el solsticio.
Teniendo en cuenta que un grado tiene 60 minutos la afirmación de que para el día de Navidad el sol ha subido un grado es cometer error enorme: ¡el error es del 1.566,67 por ciento! ¿De dónde se ha sacado que el sol recupera un grado en tan poco tiempo?
Muchas gracias, Terrio. Muchas gracias.
Resumiendo: es mentira que el sol se levante un grado desde el 21 ó el 22 de Diciembre hasta el 25.
Es mentira que el solsticio dure lo que dice Zeitgeist de que dura (tres días), y que eso queda demostrado porque entre el solsticio y el 25 “transcurre” un grado.
Es una mentira catastrófica y matemáticamente imposible.
Como curiosidad he continuado los cálculos para encontrar la fecha en la que el sol ha recuperado ese grado que tanta prisa tienen en la película por recuperar:
30-12-2008 Sol a una altura de 26˚24̒36˝
31-12-2008 Sol a una altura de 26˚29̒24˝
01-01-2009 Sol a una altura de 26˚34̒12˝
02-01-2009 Sol a una altura de 26˚39̒36˝
03-01-2009 Sol a una altura de 26˚45̒00˝
04-01-2009 Sol a una altura de 26˚51̒36˝
05-01-2009 Sol a una altura de 26˚58̒12˝
06-01-2009 Sol a una altura de 27˚05̒24˝
07-01-2009 Sol a una altura de 27˚13̒12˝
El 6 de enero es el día en el que ya casi está un grado por encima, y el 7 de enero lo supera con holgura. Por tanto el sol tarda 12 días en recuperar ese grado de marras.
O sea, que Zeitgeist adelanta el aumento de un grado del sol para forzar sus conclusiones de que el solsticio dura tres días. Bravo. Creo que ha quedado más que clara la intención manipuladora de Zeitgeist.
Lo que viene ahora es buenísimo, me ha hecho reír.
Si a eso le añadimos el farol de la constelación de la Cruz del sur (¿cómo se va a situar una constelación totalmente imposible de ver en el hemisferio norte en un lugar visible en el dicho hemisferio?) y otro farol más: al mediodía, con plena luz del día, se pueden ver unas estrellas: las de la Cruz del sur.
Así que de nuevo los caprichos de Dios-Peter Joseph son tan espectaculares que se salta las matemáticas, las leyes de la mecánica celeste y todos los rigores científicos para hacer creer al vulgo vulgaris que cada 25 de diciembre se puede ver una constelación a plena luz del día y no sólo eso, sino que el Sol hace un movimiento que, de ser cierto sería una catástrofe astronómica (y nunca mejor dicho). Tan espectacular sería que ese día al mediodía, en vez de estar sentados en la mesa cebándonos de pavo y demás viandas, nos pondríamos todas las civilizaciones a mirar el cielo para ver cómo el Sol y la constelación de la Cruz del sur pegan un salto y se ponen en un sitio en el que nunca pueden estar: ¡Milagro!
Ja, ja, ja, ja…
¡Ah! Por si el lugar escogido para hacer los cálculos no te sirve, no tienes más que decirme el lugar que más satisfaga tu curiosidad (si tienes las coordenadas de longitud y latitud mejor, aunque lo podría calcular), y ya me encargo de lo demás.
Como curiosidad, por si te lo preguntas, del mismo modo que el solsticio de invierno el Sol sólo se levanta poco más de 26 grados, en el solsticio de verano en cambio llega hasta 72˚56̒24˝ en el mismo lugar para el que he hecho los cálculos. Y puestos a completar las fechas clave, en los equinoccios, y para el mismo lugar, la altura del Sol es justo la intermedia entre ambos valores, es decir, 49˚31̒12˝.
Más curiosidad (salvando la falta de precisión de mis cálculos): la diferencia entre la elevación del Sol en el solsticio de verano (72˚56̒) y el de invierno (26˚6̒) es de 46˚ 50̒, y la mitad de ese valor es 23˚25̒, que es la inclinación de la eclíptica respecto del ecuador. Esa es una prueba de que se han hecho bien los cálculos porque en cada solsticio el Sol llega a tocar uno de los trópicos, y ambos están situados a 23˚ 30̒ del ecuador. Por tanto el Sol, en su viaje de trópico a trópico abarca un ángulo de 47˚ 00̒. Todo concuerda.
Y para completar la respuesta y poner la guinda del pastel, te diré que la gráfica que dibuja el sol al tomar su posición todos los días del año a la misma hora y en el mismo lugar se llama analema y tiene la forma de un ocho. En la imagen que te pongo a continuación ves un analema (pero no a la hora del mediodía, sino por la mañana) sobre las ruinas de Tholos en Delphi (Grecia). Las montañas tapan la parte que cierra el bucle por donde el Sol se eleva menos (el solsticio de invierno precisamente), pero te puedes imaginar fácilmente su forma. Dirás que las sombras no se corresponden con la posición del Sol, y es cierto, pero para que la superposición de las sucesivas fotos no distorsionen el paisaje se ha escogido una imagen fija del monumento a una hora distinta. Espero que te guste:
Muchas gracias. La foto es preciosa.
Me acuerdo ahora de esa escena del antiguo testamento (no estoy seguro pero creo que era con el rey David) en la que “detuvo el sol durante tres días.” Pongámonos a observar el sol al mediodía, justo cuando está más alto en el cielo (aquí en España esto ocurre a las 13.00 horas en horario de invierno y a las 14.00 horas en horario de verano): es cuando el sol se situa en el meridiano que viene exactamente del norte, pasa por nuestro cénit y se dirige exactamente hasta el sur. El día del solsticio de verano el Sol se sitúa en esa línea lo más alto posible que puede estar. A medida que va pasando el verano y luego el otoño poco a poco cada día al situarse en esa línea está más al sur hasta que llega el solsticio de invierno donde detiene ese descenso hacia el sur y comienza a volver hacia el norte durante el invierno y primavera hasta el solsticio de verano en que detiene su viaje al norte para volver a iniciar el recorrido hacia el sur, y así sucesivamente. Esto es debido a la inclinación de nuestro eje de rotación respecto a la eclíptica. Puedo admitir que cuando llegamos a los extremos de ese movimiento (los solsticios) ese viaje hacia el sur se ralentice y parezca menor de lo que era, y que al inicio de su recuperación hacia el norte empiece lentamente y casi no se note, en qué cantidad ocurre lo miraré con más detenimiento y espero contestarte en esta semana.
Pero si a priori admitimos que por su poco movimiento parece parado antes de iniciar su regreso al norte, ¿no parece raro que llegue al límite sur de ese recorrido sin problemas, se detenga de golpe y luego vuelva hacia el norte?
Quiero decir que estos femómenos tienen su simetría y si casi no se nota su movimiento tres días después del solsticio, ha de ocurrir lo mismo durante los tres días anteriores al solsticio, y ya serían seis días, no tres. Antes de hacer los cálculos que me permitan dar más rigor a esta respuesta conjeturo que es posible que el sol esté casi quieto en su punto más al sur durante tres días, pero de ellos el solsticio es el del medio, no el primero.
Creo que ha quedado clarísimo, ¿no?
II) Esto ya es curiosidad mía. ¿Se podría medir eso (lo del solsticio) con instrumentos de la Era Antigua?
Estoy ahora repasando los conocimientos de astronomía que tenían en la Era Antigua para poder responderte con precisión a las otras dudas que te habían salido, pero me atrevo a decir que había civilizaciones que sí eran capaces de tener suficiente precisión, y a veces eso sale por pura casualidad. Como muestra, un botón (“Cosmos”, de Carl Sagan, capítulo 1).
Hace pocos días te comenté que Eratóstenes se había basado en el solsticio de verano para calcular la longitud del ecuador terrestre. Todo surgió porque en una ciudad de Egipto (Siena, hoy Assuán) había un único día en el que el Sol se situaba en el cénit exactamente, y se encontraba, por tanto lo más alto que podía estar en el cielo, era el 21 de junio. Tan exacto que ese día no se proyectaban sombras en ninguna dirección y en los pozos la luz del Sol se llegaba a reflejar en el agua por muy profundo que estuviera el nivel del agua (lo cual es lógico, puesto que Assuán se encuentra justo en el trópico de cáncer). Eso es lo que le sirvió a Eratóstenes para sospechar que el planeta no era plano sino curvo, puesto que en Alejandría (donde estaba él) ese mismo día el Sol no llegaba a reflejarse en el agua de los pozos ni por asomo, y hasta los obeliscos (es lo más vertical que se me ocurre en aquella época) proyectaban una sombra. Quiero decir que en este caso un objeto de uso habitual en esa época como es un pozo, se convirtió en una herramienta de precisión para llegar a medir el día exacto del solsticio de verano.
Con una herramienta usada por los griegos (el gnomon) se puede medir la longitud de las sombras con precisión y encontrar los dos solsticios sin dificultad.
Mi marido quería escribir aquí algunos insultos e improperios burlándose de los críticos que le han salido en otros foros, pero dado que me prometió que no me iba a quitar más protagonismo en mi blog, ni quiero que me llene este artículo tan educativo de su acostumbrado “estilo” chillón… lo he mandado a los comentarios para que hable allí con total libertad y me deje a mí tranquila.
También te ampliaré esta respuesta, pero no me cabe la menor duda de que los egipcios y otras culturas antiguas conocían bastantes cosas de astronomía. Sabían de hecho que el solsticio duraba un día porque este hecho fue usado por Eratóstenes (cuando era el “director” de la biblioteca de Alejandría) para calcular la longitud del ecuador con una precisión tal que todavía asombra hoy en día. Es cierto que el solsticio que usó Eratóstenes es el de verano y no el se invierno, pero es una prueba de que lo sabían. Pruebas de que conocían bastante de equinoccios y solsticios las encontramos en muchas construcciones de las civilizaciones antiguas: las pirámides del Sol y de la Luna de los mayas, las mismas pirámides de Egipto, la Casa Rincañada de el pueblo Anasazi (Norteamérica), la “Rueda de la medicina” de los Saskatchewan, ahora bien, en todos estos casos al hablar del solsticio casi siempre la referencia es al solsticio de verano. Incluso se podría hablar de Stonehenge en Inglaterra (me tengo que documentar más de este monumento para asegurarlo).
Pero particularizando en los egipcios, tenían muchas razones para controlar el movimiento de las estrellas, ya que observándolas podían predecir ciertos acontecimientos que les eran muy necesarios en la agricultura. Por ejemplo, gracias a la estrella Sirio sabían cuando vendrían las crecidas del Nilo.
Resumiendo: los antiguos (en concreto los egipcios, que es de quienes estamos hablando aquí) sabían perfectamente cuándo era el solsticio, cuánto duraba, y podían calcularlo con total sencillez por sus propios medios.
Quiero remarcar esto que me citabas en el anterior texto, donde mencionas que “En el Monasterio de San Juan de Ortega (Burgos, en pleno camino de Santiago) ocurre un fenómeno llamado “el milagro de la luz”: cada equinoccio un rayo del Sol entra por una ventana e ilumina un capitel que escenifica todo el nacimiento”. Háblanos más de él, por favor.
Me has tocado uno de mis puntos débiles: el Camino de Santiago. Efectivamente este fenómeno ocurre y es más, ocurre desde unos dos días antes hasta unos dos días después (siempre que no esté nublado), pero aquí tenemos un modo de ver cómo cada día el Sol se ha movido un poco, puesto que sólo el día central del suceso (el del equinoccio propiamente dicho) la iluminación es “más pura”, los días anteriores y posteriores se producen más sombras en las imágenes, prueba del movimiento del Sol. El monasterio es medieval (san Juan de Ortega vivió en el siglo XIII), pero el fenómeno de la luz se descubrió en la segunda mitad del siglo XX, de hecho su descubridor (a quien conocí personalmente) murió el año pasado. Por eso no podemos asegurar si en la Edad Media se daba importancia a esto.
Desde que se descubrió el “milagro de la luz” en san Juan de Ortega, han ido apareciendo más fenómenos de este tipo en construcciones de monasterios e iglesias medievales: Santa Marta de Tera (Zamora), San Millán de la Cogolla (Logroño), en las ruinas de un monasterio del que no recuerdo su nombre en la provincia de Zamora, etc. No sé hasta qué punto esto está siendo una moda pasajera o qué, pero se están buscando milagros de la luz por todos lados.
Resumiendo: lo sabían muchos pueblos, y podían comprobarlo con una gran precisión, de manera perceptible y sin que les quedara lugar a dudas.
Espero tus aportaciones al respecto sobre Stonhenge, Abu Simbel, y los fenómenos ópticos de demostración como los del monasterio de San Juan de Ortega.
III) ¿Es el 25 de Diciembre el solsticio de invierno normalmente? ¿Puede serlo?
Yo tenía entendido que era el 21 ó, a veces, el 22 e incluso muy ocasionalmente el 23, pero nunca el 24 ni el 25 (de nuestro calendario gregoriano, el que usan en el pseudodocumental) como aseguran en Zeitgeist. Eso, al menos, es lo que me enseñaron en la escuela… y lo que he leído en algunos foros especializados, pero necesito una opinión CLARA al respecto, porque no he podido preguntar allí (requieren registro).
El solsticio de invierno normalmente es el 22 de diciembre, y suele venir acompañado con una mañana en la que determinadas personas, que siempre son desconocidas para nosotros, se llevan unos millones en un sorteo de lotería tradicional en este país. Pero esto es sólo normalmente. Como la vuelta completa alrededor del sol no dura exactamente 365 días (se aproxima más a 365 días y 6 horas) se van produciendo unos desfases que corregimos con los años bisiestos. Esos desfases son los que hacen que cada año sea a una hora diferente. Por ejemplo en este año 2009 el solsticio de invierno será el día 21 de diciembre a las 18 horas y 41 minutos (hora oficial de España) para el hemisferio norte. En cambio del Ecuador hacia el sur el solsticio de invierno (verano para nosotros) será el 21 de junio a las 7 horas y 46 minutos (hora oficial de España)
Esos desfases de los que he hablado en el párrafo anterior no pueden oscilar más de un día hacia adelante o hacia atrás respecto del 22 de diciembre: estamos hablando de unas 6 horas al año. Por tanto acumulando 6 horas cada año obtenemos que en cuatro años se acumulan unas 24 horas, es decir, un día. Y justo a los 4 años tenemos ese 29 de febrero extra que corrige lo acumulado. Con eso se controla que no se escape nada de sus fechas habituales.
En conclusión: el solsticio de invierno ocurre en un determinado instante durante el 21, 22 ó a lo sumo el 23 de diciembre.
Mil millones de gracias, Terrio.
Resumiendo, esta frase de Zeitgeist vuelve a ser mentira:
“Hay otro fenómeno muy interesante que ocurre alrededor del 25 de Diciembre, o el solsticio de invierno”.
El solsticio de invierno no ocurre “alrededor del 25 de Diciembre” (en todo caso sería “alrededor del 22”), ni puede llegar a alcanzar el 25 de Diciembre, ni puede ser el 25 de Diciembre (interpretación estricta y gramatical de la frase), ni se prolonga hasta el 25 de Diciembre desde su suceso (que sucede normalmente el 22, no el 25 como da a entender Zeitgeist).
Ninguna de esas interpretaciones de esa porquería de frase, que es dejada en la ambigüedad de manera adrede por los autores de Zeitgeist, que intentan enlazar como sea el solsticio con el 25 de Diciembre, es verdadera.
IV) Ya que estamos… ¿Cuánto dura un solsticio astronómicamente hablando (un día, un segundo)? Que yo sepa, el solsticio sucede en un día, no a lo largo de tres.
Y que yo sepa, se celebra, festeja o cumple en un día (los periódicos, al menos, dicen “hoy día 21 es el solsticio de invierno”).
Si nos ponemos estrictos el momento del solsticio dura sólo un instante, aunque por comodidad digamos que dura todo el día. Es como nuestro cumpleaños. En realidad yo nací hacia las 16.30 horas de un día de primavera, pero celebro el cumpleaños durante todo ese día. Lo mismo se hace con los solsticios y los equinoccios. En lo que no me voy a meter es que haya culturas que, aprovechando este suceso, hagan fiestas durante varios días y digan que todos ellos son el solsticio de invierno, cabe la posibilidad que las tradiciones trastoquen la realidad (¿acaso no dice la tradición que la noche de San Juan es la más corta del año, cuando en realidad lo ha sido dos noches antes?).
Primero, con eso ya dejamos claro que el solsticio no dura tres días como da a entender Zeitgeist, al decir esto:
“Hay otro fenómeno muy interesante que ocurre alrededor del 25 de Diciembre, o el solsticio de invierno”
…sino que, como mucho, sucede en un día (mi marido ha pedido que remache esto, no sé por qué tanta insistencia) y que, como mucho, se puede interpretar forzando mucho la situación, que un solsticio pueda llegar a “durar” un día. Ni forzando la definición al límite tiene Zeitgeist razón.
El solsticio no ocurre alrededor del 25 de Diciembre. Eso es una patraña utilizada para forzar los argumentos deZeitgeist. Sucede cuando tiene que suceder: el 21, el 22 ó el 23. Es más correcto decir que el solsticio sucede “alrededor” del 22 de Diciembre, que es la fecha normal del solsticio.
Ahora hablo yo, como entendida del otro tema (religión).
No. Las religiones antiguas no celebraban solsticios de tres ni de cinco días. Celebraban fiestas de varios días, pero con otros propósitos “calendáricos” que no estaban estrictamente referidos al solsticio.
Hay algunos críticos que me dicen que los algunos pueblos celebraban solsticios de cinco días. Lo que había, señores, eran culturas que dividían matemáticamente el año en 12 meses de regulares de 30 días cada uno. Dado que faltaban 5 días para cuadrar las cuentas con el año astronómico (12 x 30 = 360, me faltan 5 días para alcanzar los 365 días del año), ¿qué hacían? Pues se montaban una minisemana de cinco días festivos, de fiesta, juerga y despiporre.
Como por ejemplo… los egipcios, que tenían los cinco días epagómenos.
Durante los cuales celebraban los nacimientos de sus dioses principales… incluído Horus (Re-Horakty).
Y no los celebraban en invierno, sino entre finales de Julio y principios de Agosto.
Sí, señores conspiranoicos, sí: Horus no nació un 25 de Diciembre (en pleno y frío invierno) como dice Zeitgeist. Nació según su mitología… “cuando más apretaba la calor”.
Más concretamente, nacía en torno a nuestro 28 de Julio gregoriano (el calendario egipcio no se corresponde con exactitud con el nuestro, ya que puede variar unos días), con la ascensión de la estrella Sirio (“estrella del Perro”), justo como dicen en Zeitgeist (la estrella de Oriente), y que marcaba las crecidas del Nilo.
Los egipcios, como ya ha mostrado Terrio, sabían de sobras cuándo era el solsticio de invierno, lo que duraba… y no celebraban el nacimiento de su dios en esas fechas, ni celebraban el solsticio de invierno con cinco días de fiesta…Celebraban cinco días intercalados en su calendario en mitad del verano (para ellos era año nuevo).
Una vez más, muchísimas gracias, Terrio…
…Y quedo a la espera para poder mostrar tus investigaciones a mis lectores.
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Para los que tengáis curiosidad, os informo que los comentarios a este artículo en el antiguo blog los podéis encontrar aquí (abajo, al final de cada página):
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