La Vida es Eterna
En su búsqueda, Jesús logró trascender la muerte; y lo demostró ante la tumba de su amigo Lázaro al ordenarle; “…Lázaro, ven fuera”. (Juan 11:43). Para el Maestro la muerte no tenía existencia ni cabida en su mente, porque él sabía que la vida que vivimos era por siempre eterna y que no había que morir para serlo, como era y sigue siendo una creencia errónea. Él lo demostró con su más grande realización: La Resurrección. Pero aun ante este hacho, ayer como hoy existe la incredulidad. Santo Tomás lo dijo y se sigue afirmando: “ver para creer”. Pero Jesús afirma:
“Yo he venido para que tengan vida eterna y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10), También nos dice: “Dios no es Dios de muertos sino de vivos”. (Mateo 22:32).
El Dr. Lawrence S. Kubie, Psiquiatra y psicólogo norteamericano hace la siguiente declaración: “Desde nuestro nacimiento estamos continuamente bloqueados por conflictos entre facciones internas. Éste ha sido el lote del hombre desde los días de Adán hasta hoy; pero es específicamente aquí que nos encontramos ante el umbral de una nueva clase de vida. El futuro abre ante nosotros la posibilidad de que podamos aprender a poner fin al desperdicio y a nuestros enormes poderes creativos latentes del dominio mutilante y paralizante de los conflictos inconscientes… El infinito potencial creativo del cerebro humano está albergado en un cuerpo potencialmente indestructible, el cual tiene un inherente sistema de reemplazo, ¡sus propios mecanismos de auto-reposición! Hemos aprendido que en tanto el sistema de provisión esté intacto, el cuerpo se separa y se reúne él mismo, no meramente órgano por órgano, ni célula por célula, sino literalmente molécula por molécula. Potencialmente, por lo tanto, es renovado constantemente y jamás envejece. Por consiguiente, no existe razón alguna para que un ser humano tenga que morir. Algún día los hombres y las mujeres dejarán de morir y vivirán para siempre”.
Joseph Murphy Ph. D., también lo afirma diciendo “Los científicos informan que usted construye un nuevo cuerpo cada once meses; así usted sólo tiene, en forma permanente once meses de edad desde el punto de vista físico. Si usted forma defectos respaldados dentro de su cuerpo por pensamientos de miedo, ansiedad, celos y voluntad enfermiza, no tendrá a quien reclamar sino a usted mismo”.
George Bernard Shaw con sus 90 años de edad muy bien vividos dijo: “La muerte no debe considerarse como natural e inevitable. Nos morimos porque no sabemos vivir y nos matamos nosotros mismos con nuestros hábitos letales”.
Y Jesús lo reafirma diciendo “Yo soy la resurrección y la Vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá. (Juan 11:25).
Todas estas declaraciones no pueden estar equivocadas, sino que son una pauta a seguir e indagar por nuestra propia cuenta hasta dónde son verdad. Comúnmente surgen preguntas como ¿Si somos eternos, entonces por qué envejecemos? y ¿por qué morimos? A la vista de nuestro entendimiento, envejecemos por nuestro acondicionamiento mental de creencias acerca del tiempo, de la vejez y de la muerte.
Por ejemplo: Se dice que si tienes 40 años de edad, ya empiezas a encanecer porque principia tu estado de vejez, si tienes 50 años de edad ya se te empiezan a olvidar las cosas porque tu memoria empieza a fallar, si llegas a los 60 años de edad, entonces ya eres un anciano y te empiezas a encorvar, además es necesario que uses un bastón para que te apoyes porque merman tus fuerzas. Y en el caso de llegar a los 65 o 70 años de edad; tú en todas partes estorbas y nadie te presta atención, y así te vas poco a poco aislando de la gente y hasta de tu propia familia, sintiéndote marginado, incomprendido y dices para ti mismo: “Ellos no me comprenden, ya no sirvo para nada , me siento cansado, inútil”. Por esa razón te vuelves un necio, y todos exclaman que te comportas como un “niño”, pero para ti esta es una forma de llamar la atención; es una forma de protestar: Vives tu propio calvario e inconscientemente dices: “Lo mejor es morir”. Y así decretas partir de esta vida con la muerte.
Si tú eres una persona falta de madurez y muy poco interesada en tomar tus propias decisiones en tu vida dejando que otros lo hagan por ti, además si te has dejado influenciar o sugestionar por otros; entonces eres presa fácil de este acondicionamiento de información. Por consiguiente tú experimentarás en tu cuerpo y ambiente, todas estas cosas que te han sido dichas o has escuchado y tú lo verás muy natural, hasta podrás exclamar: “así es la vida”. No te has percatado que todo esto que experimentas ahora es sólo el producto de tu propio pensamiento, o el pensamiento de otros que tú has aceptado porque en tu ignorancia no supiste cómo rechazarlo.
En cuanto la muerte, realmente muy pocas personas saben el significado de esta palabra. Le han dado un enfoque en términos intelectuales mas no espirituales. Lo han visto desde su nivel humano, y por eso la mayoría viven con el temor a morir. Ellos sólo saben que el morir es dejar de existir, o como lo dice el materialista: “nacer, crecer y morir”, Si esto fuera así ¿cuál sería el objeto de estar viviendo en este mundo? No habría un incentivo para nosotros. El diccionario nos dice que muerte es: Separación del alma y el cuerpo; defunción; destrucción; exterminio; aniquilación; fin de toda esperanza. La ciencia nos dice que nuestro cuerpo está formado de materia, pero, ¿qué es materia? La propia ciencia ha analizado la materia y encuentra que está formada de energía o sustancia y que cada cosa que podemos observar, tocar, oler, probar y que tengamos contacto físico con ella, es simplemente algún aspecto de esa energía o sustancia en forma.
Siguiendo nuestra investigación, encontramos que eso que llamamos energía no muere, es eterna; sólo se transforma en otra cosa o vuelve a su fuente de donde proviene.
Por consiguiente nuestro cuerpo al dejar de existir, nuestra alma o espíritu que le daba vida, trasciende lo humano-la materia-se eleva a un plano mayor. El cuerpo que fue formado de sustancia, sólo se transforma en otra cosa o regresa a su fuente de donde él fue conformado. Así, lo que llamamos muerte, realmente no tiene existencia propia porque no fue creada por el Espíritu-Dios, sino que es una creencia nuestra, del ser humano y limitado quien le ha dado esa existencia al creer en ella. Por consiguiente, no hay Principio o alguna Ley que la sostenga y por lo tal motivo, al dejar de creer en ella, ella deja de existir en nuestra mente y lógicamente en nuestra vida.
El científico Albert Einstein revolucionó grandemente el pensamiento científico clarificándolo y ampliando el camino para establecer bases más firmes en la filosofía y pensamientos religiosos. Él dio su famosa ecuación E=mc (al cuadrado) que significa: “Energía y masa son una y la misma cosa y son intercambiables”. Desde nuestro estudio y comprensión metafísico, decimos a esto que: Dios como Mente, y actuando como Energía se transforma en lo que conocemos como mundo físico o forma a través de la Ley Creativa. Y así, decimos que todo es Dios Y Dios es todo, o como dijera Einstein: “…son una y la misma cosa”. También sabemos que Dios, siendo Infinito, jamás es absorbido o disminuido por lo que Él siempre está creando.
Asimismo, cada uno de nosotros moldemos nuestro cuerpo con nuestros pensamientos, ya que ellos son creativos por naturaleza porque estamos usando el mismo Poder Creativo que usa Dios para crear. La diferencia está en que nuestro Creador crea mundos, planetas, estrellas y los puebla y nosotros creamos nuestro pequeño mundo en el cual vivimos rodeados de personas las cuales atraemos a nuestro entorno, adquirimos cosas y experimentamos situaciones y circunstancias las cuales hemos creado basados en nuestras creencias, hayan sido éstas verdaderas o falsas, Igualmente vamos moldeando un cuerpo sano o enfermizo, y como dice el Dr. Murphy, no podremos culpar a nadie acerca de lo que estemos experimentando en nuestro cuerpo, ya que hemos sido nosotros quienes lo hemos formado a través de este pensar.
Por lo antes expuesto, he ahí la importancia del porqué nosotros debemos de mantener siempre nuestros pensamientos positivos y constructivos, ya que de este pensar depende la clase de vida que realmente deseemos vivir, y no vivir la clase de vida que otros quieren que vivamos, porque esto equivale a darles el poder para que escojan la clase de vida que según ellos nos conviene vivir.
Si seguimos este método- pensando correctamente -, entonces automáticamente estaremos contribuyendo con nuestro cuerpo para que se mantenga siempre sano ya que ésta es su naturaleza innata, un estado de perfección. Por consecuencia lo mantendremos siempre joven, fuerte y saludable hasta que nosotros queramos, hasta que hayamos cumplido nuestro cometido o la razón por la cual estamos ahora en este plano físico-material, pero siempre gozando de una salud perfecta y permanente, llenos de entusiasmo y fe por la vida misma.
Esta vida maravillosa que el Creador ha implantado en cada uno de nosotros, nos brinda la oportunidad para crecer y desarrollarnos más espiritualmente, hasta alcanzar esa conciencia alta como el Maestro Jesús lo logró; la completa unidad con toda Vida. Sabemos que esto no es fácil para nadie, pero podemos lograrlo si realmente lo queremos porque: “Todo es posible para aquél que cree”, como lo dijera el propio Jesús.
Si verdaderamente creemos y aceptamos que hay sólo una Mente y Ésta está individualizada-no dividida- en cada uno de nosotros, entonces podemos decir que la misma mente que usó Jesús la estamos usando nosotros ahora y con el mismo potencial usado por él. La diferencia entre Jesús y nosotros no está en nuestra inherente espiritualidad la cual es poder ilimitado sino en su demostración. Jesús nos dijo: “Las cosas que yo hago, él las hará también; y cosas más grandes hará si tan solo cree”. (Juan 14:12).
“Por lo tanto Alahja (Dios en dialecto arameo) creó a los humanos a imagen suya. Macho y hembra los creó”. (Génesis 1:27). Si realmente aceptamos esta declaración de la Biblia, entonces creeremos que Dios el Espíritu puro, es nuestro Padre-Madre espiritual, y que está individualizado en Su creación, como nosotros. Por consiguiente, todos poseemos las mismas cualidades y virtudes que tiene nuestro Padre. Somos por lo tanto parte integral del Espíritu-Dios; cocreadores con Él. Somos lo que Dios es; tenemos lo que Él tiene. Desde luego que no podemos compararnos con Su grandeza; pero en esencia de lo que Él es, comos seres espirituales.
Una vez que hayamos empezado a tener nuestras propias manifestaciones, entonces nuestra fe irá en aumento; nuestro entusiasmo también aumentará y en cada logro reafirmaremos nuestra creencia y aceptación de lo bueno. Así, gradualmente iremos avanzando en el pulimento de nuestra alma y podremos decir también: “Y cuando yo sea levantado de la tierra, a todos los hombres atraeré a mi mismo”. (juan 12:32).
esta cita bíblica es de gran trascendencia en su mensaje espiritual. Significa que cuando nosotros cambiemos nuestras actitudes, nuestro pensar acerca de nosotros mismos y de los demás, entonces podremos cambiar nuestro mundo,-no todo el mundo, pero si el mundo que nos rodea- como es el hogar donde vivimos, nuestro centro de trabajo, la sociedad donde compartimos nuestras experiencias, este pequeño mundo si lo podemos cambiar, porque él es simplemente el reflejo de nuestro pensamiento.
Al lograr esto, entonces seremos un ejemplo a seguir, seremos una gran influencia para que nuestra vida y nuestro mundo sea cada vez mejor. Y entonces cuando nos levantemos de la tierra- de lo más bajo-atraeremos a otros hacia nosotros como lo hizo Jesús.
Afirma con entusiasmo y fe:
MI CUERPO ES EL TEMPLO DE DIOS EN MÍ;
ES PERFECTO.
YO ALABO Y BENDIGO MI CUERPO
Y ÉL ME CORRESPONDE CON UNA
EXUBERANTE SALUD
Y UN PERFECTO BALANCE.
LA VIDA DE DIOS EN ÉL LO MANTIENE
SIEMPRE RADIANTE.
YO VIVO, ME MUEVO Y TENGO MI SER EN
EL ESPÍRITU.
EL ESPÍRITU DE DIOS EN MÍ, ES POR SIEMPRE;
ETERNO.
EL MUNDO DONDE YO VIVO ES PERFECTO
Y LLENO DE PAZ
LA VIDA QUE YO VIVO ES UNA VIDA
COMPLETA Y FELIZ.
LA VIDA DE DIOS EN MÍ, ES MI FUENTE
DE ABASTECIMIENTO.
LA VIDA DE DIOS EN MÍ ES MI ENERGÍA,
FORTALEZA Y GUÍA.
LA VIDA DE DIOS EN MÍ ME LEVA HACIA
EL ÉXITO SEGURO.
YO SOY UNO CON MI CREADOR
Y TODO ESTÁ BIEN EN MÍ.
VIDA ¡AHORA!…Y ASÍ ES.
Por Chile METAFISICO