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Cuando la periodista María Olivia Monckeberg habla de la historia de los grandes grupos económicos chilenos, lo hace con propiedad. Es la autora de “El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado chileno”, “Con fines de lucro” y “La privatización de las univer$idades: una historia de dinero, poder e influencias”, entre otras publicaciones, y le ha seguido la pista por años a quienes mueven la economía en el país y en particular a quienes se enriquecieron durante la dictadura, como Carlos Alberto “Choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavín García-Huidobro, ambos fundadores del Grupo Penta.
Délano y Lavín García-Huidobro fueron denunciados por el Servicio de Impuestos Internos, SII, que según su comunicado de prensa, afirma que “el perjuicio fiscal producto de las irregularidades detectadas se calcula inicialmente en más de $400 millones, por hechos cometidos entre los años tributarios 2009 y 2014″, el que se habría configurado a través del uso de manera indebida de “boletas de honorarios falsas de sus cónyuges para disminuir la base imponible del impuesto a la renta de la sociedad de inversiones Penta III Limitada, de la que son sus representantes”.
El libelo está también dirigido contra Marcos Castro Sanguinetti y Samuel Irarrázaval Larraín, a su vez representantes legales de Inversiones Penta III e Inmobiliaria Los Estancieros; a Hugo Bravo López, ex director de Penta por el mismo delito en las sociedades Challico, y Santa Sarella; y a las esposas de Délano y Lavín por “facilitar el delito”.
En conversación con The Clinic Online, Monckeberg repasa el origen de Penta y reflexiona sobre la denuncia del SII: “Entendiendo que el tema está aún en investigación, por un fiscal muy acucioso como Carlos Gajardo, se podría decir que cuando uno ha visto que se han hecho tantas martingalas para burlar la ley en el caso del lucro de las universidades, por ejemplo, no es demasiado extraño estas otras situaciones”.
EL ORIGEN
“Empecé a detectar la aparición de Délano Abbott y de Lavín García-Huidobro en las investigaciones sobre las privatizaciones de las empresas del Estado, entonces lo que tenemos es que este grupo Penta se formó a través de privatizaciones en el sector de los seguros. Ahí ellos logran sus primeros millones de dólares. Sus orígenes se remontan a la ‘normalización’ de Corsorcio, después de la caída del grupo de Manuel Cruzat y de Fernando Larraín Peña. La otra vinculación es con la privatización del Instituto de Seguros del Estado, el ISE, al final de la década del ’80. Ellos accedieron a quedarse con una parte”, relata Monckeberg.
La investigadora cuenta que tanto Délano como Lavín fueron directivos del grupo Cruzat en el área de los seguros (gerente comercial y gerente general de Consorcio, respectivamente) y que se quedaron, tras la crisis de Cruzat-Larraín con parte de las empresas que rescataron porque “ese grupo fue intervenido por la Comisión Progresa, y la comisión quedó presidida por Lavín e integrada por Délano”.
Una operación similar realizaron con ISE. “A fines de los ’80 aparece como presidente el ISE, Lavín, y Délano en el directorio. El resto del directorio lo integraban en ese momento Leonidas Vial Echeverría (el de la bolsa); Alfredo Alcaíno; Herman Chadwick y el señor Fernando Cámaras. Un dato importante de esta privatización es que se hizo cuando Hernán Büchi era ministro de Hacienda y su jefe de gabinete era Cristián Larroulet, este dato no es menor a la hora de analizar cómo se conformó Penta en un gran grupo económico”, apunta Monckeberg en relación a que, tras privatizar el ISE, cuyo control Délano y Lavín adquirieron en 5 millones de dólares -y que vendieron posteriormente a un precio más alto al grupo francés AGF-, la empresa se afianzó y se vinculó en rubros como la Universidad del Desarrollo (UDD) precisamente con Büchi y Larroulet.
“En los años ’90 se metieron en el negocio universitario y ahí tienes dos connotaciones: son socios de las empresas que están atrás de la UDD, cuyo directorio preside Hernán Büchi. El edificio de la UDD en Santiago, en la calle Lo Plaza, fue construido por una de las empresas de Penta y se lo arrendaban a la UDD. La UDD es una de las 12 universidades estudiadas por lucro en la misma fiscalía Oriente. Dentro de las conexiones con la Universidad, aparece Joaquín Lavín Infante, quien fue vicepresidente de la UDD, hasta que entró al gabinete de Piñera y dijo que había vendido, aunque tras salir del Gobierno volvió a la UDD. Y con Larrouelet, de quien se dijo que había hecho un fideicomiso ciego, pero también volvió en gloria y majestad a la Universidad. Otro personaje que ha estado involucrado en la UDD es Ernesto Silva Méndez, quien es hijo de Silva Bafalluy y que dejó la UDD sólo cuando fue presidente de la UDI, lo que llama mucho la atención porque permaneció mientras era diputado, lo que es al menos curioso”, destaca Monckeberg.
Además de la UDD, Penta entró en esa época al negocio de las AFP a través de Cuprum, que fue vendida el año pasado en mil millones de dólares y el banco de Chile, donde Penta fue desde 1996 al 2000 el mayor accionista, hasta que vendió su participación ese año al grupo Luksic en 400 millones de dólares.
“El Banco Penta lo crearon ellos y siempre han seguido ligados al negocio de los seguros, donde se transa mucha plata porque se aseguran casas, negocios, personas. En el plano inmobiliario, si tu recorres Santiago, sobre todo en el barrio alto, en la urbanización cercana a la Universidad del Desarrollo, curiosamente, está lleno de letreros’construye inmobiliaria Penta’. Estos dos Carlos -Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín-, han seguido siempre unidos y están además en Banmédica, que lo armó Fernández León, el principal mecenas de la Universidad de Los Andes. Ahí ellos entraron por Vida Tres, entonces los dos son parte del directorio de Banmédica”, comenta la periodista.
LA CAÍDA
Monckeberg destaca que “si se toma el libro del Saqueo de los Grupos Económicos al Estado chileno, publicado en 2001 y ves qué fue de los personajes que se beneficiaron con las privatizaciones de las empresas del Estado, te das cuenta de que se enriquecieron a más no poder, llegaron a construir fortunas fabulosas, y cada vez era más y más dinero. Y cuando la gente se enriquece tanto en una o dos generaciones llama la atención” y pronostica que estas riquezas surgidas en desmedro del Estado están, poco a poco, cayendo en desgracia.
“Hay que ver cómo han caído estos personajes, aunque después se repongan, han estado golpeados, el grupo Cruzat-Larraín, por ejemplo, cayó estrepitosamente. Y a varios les está pasando: José Yurazeck, el zar de la electricidad, cayó en medio de escándalos; Julio Ponce Lerou está complicado por el caso cascadas, y mira a Álvaro Saieh, que se benefició con las facilidades de compra de Copesa y el Banco Osorno y que hace un año atrás está enfrentando problemas”, concluye.