DESTRUYENDO MENTIRAS
La sociedad está basada en arquetipos que la unidad de carbono toma como verdades absolutas. La confianza irrestricta en determinados temas como la religión, la justicia, la ciencia, etc., es la base del engaño y la manipulación, pues se cree inequívocamente que son en beneficio del hombre cuando en realidad son para tener el control total de la consciencia artificial del Pasú. Desde la liturgia religiosa, pasando por las leyes civiles, comerciales y penales o la física newtoniana y la medicina, por nombrar algunas, es un macro engaño tan astutamente armado, que nadie duda de su veracidad. Nada de lo conocido es lo que es en realidad, usted está hipnotizado y programado desde su niñez para creer que es verdad, y usted es ahora el programador de las nuevas generaciones de unidades de carbono, siendo partícipe del engaño sin siquiera saberlo. Comenzaremos este año recorriendo los oscuros recintos de la mentira, para intentar rasgar el velo de la ilusión y ver realmente que se esconde detrás de lo aparente, recorriendo el lado externo de la cinta de Moebius, el cotidiano, el que comienza cada mañana cuando usted abre los ojos y se conecta a la Matrix de la vida diaria. No se asombre si rechaza esta información, es normal, a nadie le gusta que le digan que su vida es una mentira, y que en realidad no tuvo vida porque estuvo muerto, siendo solo un zombi dormido, caminando sin rumbo.
Comenzando por esa errónea programación, todo lo demás es relativamente fácil de implantar, los padres, la educación y los medios, se ocupan del resto. Comencemos con lo más simple, el trabajo. Si bien este es necesario para conseguir los medios económicos para poder “vivir”, en este macabro sistema, en realidad es el principal instrumento de esclavitud de la unidad de carbono humano. Le inculcaron que el trabajo es necesario y digno del hombre de bien, que la vida corre por el trabajo y el sacrificio por los suyos y la sociedad, pero entonces, ¿como es el asunto?, los que más tienen son los que menos trabajan y los que más trabajan son los que menos tienen. Su trabajo en realidad no es para que usted pueda vivir dignamente, su trabajo es para mantener la estructura de la mentira en movimiento, para que un Carlos, una Sofía, una Elizabeth, un Benedicto, un Rockefeller, etc. vivan como viven, sin hacer nada y pisándole la cabeza con un dedo metido donde más le duele. Usted cobra en dinero, otra mentira, mientras ellos cobran en unidades de carbono, esclavos productivos, acciones biológicas cuyo valor se cotiza en bolsa.
El único trabajo verdadero es aquel que se lleva a cabo en cualquier ámbito, por vocación o placer, por usted y por el prójimo, donde se da y se recibe algo mucho más sutil que el dinero, pero en ese caso deja de llamarse trabajo para llamarse…
Detrás de lo aparente.
La sociedad está basada en arquetipos que la unidad de carbono toma como verdades absolutas. La confianza irrestricta en determinados temas como la religión, la justicia, la ciencia, etc., es la base del engaño y la manipulación, pues se cree inequívocamente que son en beneficio del hombre cuando en realidad son para tener el control total de la consciencia artificial del Pasú. Desde la liturgia religiosa, pasando por las leyes civiles, comerciales y penales o la física newtoniana y la medicina, por nombrar algunas, es un macro engaño tan astutamente armado, que nadie duda de su veracidad. Nada de lo conocido es lo que es en realidad, usted está hipnotizado y programado desde su niñez para creer que es verdad, y usted es ahora el programador de las nuevas generaciones de unidades de carbono, siendo partícipe del engaño sin siquiera saberlo. Comenzaremos este año recorriendo los oscuros recintos de la mentira, para intentar rasgar el velo de la ilusión y ver realmente que se esconde detrás de lo aparente, recorriendo el lado externo de la cinta de Moebius, el cotidiano, el que comienza cada mañana cuando usted abre los ojos y se conecta a la Matrix de la vida diaria. No se asombre si rechaza esta información, es normal, a nadie le gusta que le digan que su vida es una mentira, y que en realidad no tuvo vida porque estuvo muerto, siendo solo un zombi dormido, caminando sin rumbo.
Comenzando por esa errónea programación, todo lo demás es relativamente fácil de implantar, los padres, la educación y los medios, se ocupan del resto. Comencemos con lo más simple, el trabajo. Si bien este es necesario para conseguir los medios económicos para poder “vivir”, en este macabro sistema, en realidad es el principal instrumento de esclavitud de la unidad de carbono humano. Le inculcaron que el trabajo es necesario y digno del hombre de bien, que la vida corre por el trabajo y el sacrificio por los suyos y la sociedad, pero entonces, ¿como es el asunto?, los que más tienen son los que menos trabajan y los que más trabajan son los que menos tienen. Su trabajo en realidad no es para que usted pueda vivir dignamente, su trabajo es para mantener la estructura de la mentira en movimiento, para que un Carlos, una Sofía, una Elizabeth, un Benedicto, un Rockefeller, etc. vivan como viven, sin hacer nada y pisándole la cabeza con un dedo metido donde más le duele. Usted cobra en dinero, otra mentira, mientras ellos cobran en unidades de carbono, esclavos productivos, acciones biológicas cuyo valor se cotiza en bolsa.
El único trabajo verdadero es aquel que se lleva a cabo en cualquier ámbito, por vocación o placer, por usted y por el prójimo, donde se da y se recibe algo mucho más sutil que el dinero, pero en ese caso deja de llamarse trabajo para llamarse…
Detrás de lo aparente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario